Maestro Félix Aguiñaga Renteria
Don Félix nace el día 5 de septiembre de 1918 en La
entonces hacienda La Paz, municipio de Torreón, Coahuila. Su madre se llamó Altagracia Rentería Hinojo y su padre fue don Eugenio Aguiñaga quien también era musico, y nació en el estado de Jalisco. Don Eugenio aprendió a tocar solo, primero lírico, y al oír hablar del valor de las notas se interesó en estudiar con un método, pero por su propia cuenta. Aprendió a tocar el arpa, el violín, el bajo y el chelo. Llegando a hacer algunos arreglos para trompeta y violín segundo. Dos de sus hermanos también tocaban, uno el arpa y otro el bajo. Don Félix le conto a un periodista en los años 80s lo siguiente “-Desde muy pequeño, en la primaria, como a los siete años, Me quedaba viendo tocar a los músicos en las kermeses o en los portales de la presidencia cuando había baile, entonces me quedaba "lelo". Recuerdo que se hacía de noche y después me daba miedo regresarme a la casa porque apagaban el alumbrado”
A don Félix y a su hermano les enseño a tocar su padre Eugenio con el método de don Hilarión de Eslava. A los dieciocho años ya se dedicó profesionalmente a la música en un cuarteto con batería, saxofón, guitarra y violín. En el cuarteto estaban: Dámaso Escobedo, Elías Rodríguez, Jesús Jáquez y el. Tocaban Bolero, danzón, un poco de tango y el corrido. En esa época, era poco lo que ganaban. “En la cantina había una mesita donde los bailadores pagan la pieza, en cada pieza contábamos los bailadores y al final se nos entregaba la mitad de lo que pagaban por pieza, el resto era de la casa.”
El siguiente grupo al que perteneció fue en el que
tocaba su padre, un quinteto que contaba con dos violines, guitarra, bajo, y un chello, que era tocado por su padre. Cuatro o cinco años fue lo que duro con el quinteto, andando en el "talón”. Después formo parte de la orquesta del maestro Mariano Marrufo y tocando en bodas, quinceaños y festividades de las rancherías circunvecinas. Allí tocaban instrumentales americanas, brasileñas, boleros, danzones y de todo, les pagaban a 10 ó 15 pesos la hora. Con esa banda estuvo más o menos de 1936 a 1940. Luego se pasó al conjunto Nazas, del que era director su hermano Cipriano Aguiñaga, los integrantes eran: Lamberto Avalos, Juan Valadez y Leonardo Rosales; tocando de todo, siendo "teloneros" y de ahí salían las chambas para otros lados; León, Guanajuato, Aguascalientes, Chihuahua, México, Veracruz, Mazatlán, Culiacán, Los Mochis, Navojoa, Poza Rica, Tuxpan, Cuernavaca y en todas las ferias. Se iban sin contrato ni nada, al "talón", y el conjunto tenía bastante aceptación ya que su hermano tenía mucha facilidad para la música. Cipriano Empezó tocando bajo en la orquesta de don Prócoro Castañeda, después aprendió a tocar la batería. Posteriormente se separó de la orquesta y compró un acordeón y a los pocos meses ya andaba laborando con el Conjunto Nazas. Por ese tiempo se puso de moda la marimba y venia gente desde Chiapas a tocar a la laguna con mucha aceptación, entonces su hermano Cipriano, compro una en una cantina de Durango teniendo que "talonear” para adquirirla en 1500 dando un pago de 1000 para apartarla y el resto después.
Ya con la marimba el conjunto se llamó Marimba Orquesta Chiapas. Después de la marimba vino el órgano. “Me dijo mi hermano - ¡Vámonos a Laredo por un órgano!, finalmente compramos uno, éste era un órgano marca Farfisa y al igual que los demás instrumentos Cipriano lo aprendió a tocar solo ya que siempre tuvo mucha facilidad parada música.”
El maestro Félix Aguiñaga se casó con Susana Jasso Macias y junto a ella formo una familia de 12 hijos. Destacando como músicos, Susana Aguiñaga Jasso que formo parte del Grupo Folclórico “Manifiesto” el cual dio mucho realce a Matamoros en los 70s y 80s y Mariano Aguiñaga Jasso; padre de Neftalí Aguiñaga Covarrubias y Elí Esaú Aguiñaga Covarrubias, fundadores y líderes de la agrupación de talla internacional “Mi barrio colombiano”
Ya en los años 80s el maestro Félix, fue docente de guitarra y solfeo en la casa de la Cultura Manuel Muñoz Olivares de Matamoros. Siempre se caracterizó por ser una persona muy saludable, aficionado al deporte del beisbol y a andar en bicicleta. Un hombre sencillo amable y muy alegre. Músico extraordinario y ciudadano ejemplar de Matamoros.
Crónicas de Matamoros
Cronista Municipal
Profesor Jesús Lamas Puentes
Apoyo bibliográfico Francisco Cazares
Dirección Regional de Culturas Populares
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