A 91 AÑOS DE LA MATANZA DE CAMPESINOS EN MATAMOROS COAHUILA.
Por el profesor Jesús
Lamas Puentes Cronista Municipal de
Un 29 de junio de 1930
en Matamoros Coahuila, una manifestación de miembros del Partido Comunista
Mexicano que pugnaban por mejoras laborales, fue violentamente reprimida por la
Acordada (policía rural creada en tiempos de Don Porfirio, para controlar
sublevaciones de la población también conocida como “guardias blancas”) y la
policía Municipal. Los manifestantes habían pedido permiso para realizar la manifestación,
desde un día antes y se les había negado. Aun así y después de una reunión
previa, en la que se valoraron las posibles consecuencias; los trabajadores
decidieron manifestar sus inconformidades. Era entonces Presidente Municipal
Tomás Rodríguez de la Fuente, latifundista dueño de 19,000 hectáreas de las
mejores tierras de la Comarca Lagunera alrededor de Matamoros. Su lema era:
“Quien pisa fuerte, fuera del fundo legal de la población, pisa terrenos de Rodríguez
de la Fuente”. Este tuvo una junta el 28 de junio por la noche con Arturo Peña,
Inspector de Policía; con Aniceto Sifuentes, jefe de las guardias blancas, Juan
Aguilera subjefe de las mismas y con Pedro Agrumado, jefe de la llamada defensa
ejidal, ofreciendo determinada cantidad de dinero, con tal de que en la
manifestación del 29 quitaran de en medio a determinados comunistas, en esos
arreglos figura también el considerado traidor Ricardo López, que después sería
Presidente Municipal de Matamoros.
En un relato publicado
por aquellos años en el “Diario el machete” órgano informativo del Partido
Comunista Mexicano y, dicho sea de paso, periódico fundado por Diego Ribera y
otros intelectuales de la década de los veintes. En el relato, un sobreviviente
de los acontecimientos, de modo anónimo, cuenta con lujo de detalles esta
narración que me permito reproducir tal cual aparece en dicho diario. “Desde temprana hora del día
29, empezó “La acordada” a dar vueltas vigilando la población, desarmando a
todo el que encontraban armas, al que además pelaban. A eso de las nueve horas
de la mañana comenzaron a llegar los compañeros de los ranchos y la comisión
organizadora de la manifestación avisa a la Inspección de policía que la
manifestación iba a salir. La Inspección contesta que no hay permiso y que hay
orden superior para impedir la manifestación. Los trabajadores discuten si la
manifestación sale o no, aprobando la mayoría que salga. Como a las 5 de la
tarde salimos del salón un corto número de compañeros; pero a medida que
avanzábamos se nos juntaba más y más gente. Cuando llegamos al cruzamiento de
la Av. Cuauhtémoc y la C De Matamoros (Hoy Calle Niños Héroes) lugar céntrico,
ya éramos muchos. En ese lugar explico el compañero Felipe Zarate el motivo de
la manifestación defendiendo el derecho de manifestar nuestras ideas, ya
abordaba el tema de la represión gubernamental cuando por el rumbo de oriente
de la avenida llegaba la montada al mando de Aniceto Sifuentes. El orador dice
entonces que aquellos hombres montados y carabina en mano, no son nuestros
enemigos, sino que, empujados por el hambre se han hecho servidores de la
injusticia social y, por tanto, no dispararan contra sus hermanos hambrientos.
Entonces llega Sifuentes hasta el orador, pero sin que ninguno de los suyos lo
siga y pide el permiso por escrito para la manifestación. El compañero le
entrega el oficio de la Inspección negando el permiso.
Entonces Sifuentes saca su sable y hecha su caballo sobre la multitud que lo desmonta y lo patea, lo apedrea y lo deja tirado. Cuando ven esto los subalternos de Sifuentes empiezan a disparar sus armas al aire oyendo tras del primer disparo, la voz de Atanasio Adame que grita “Viva el partido comunista”, grito que fue seguido de una lluvia de balas del otro lado y pedradas del nuestro. Los compañeros empezaron a caer. En ese momento de donde más bajas hubo sale rumbo al sur tratando de llegar a la plaza de armas, pero no habíamos andado mucho cuando nos encontramos las balas de la defensa y de la policía de a pie y caen más compañeros heridos y muertos. El verdugo Peña llega pistola en mano hasta un montón de seis compañeros moribundos, preguntando por algunos de los allí tirados, una voz le contesto; allí están todos. Peña registro los cuerpos de los muertos y heridos. En ese momento es cuando mata a la compañera Martina Deras, que se encontraba abrazada de Macario mal herido. Entonces Andrés Núñez trata de levantarse y de reconvenir a Peña por su mal proceder, pero, este le dispara dándole muerte. Sigue Peña la revisión de los heridos, se encuentra con Negrete le dispara un tiro en la cabeza, pero la puntería es desviada y el compañero cae fingiéndose muerto. Sigue Peña la revisión y se encuentra con el compañero Zeferino Reyes, sentado y herido de gravedad, y ordena a los suyos que le disparen y nuevas balas atraviesan a nuestro compañero dejándolo muerto. Peña le da el tiro de gracia. Bien revisados todos los heridos preguntando varias veces por el compañero Felipe Zarate, luego Peña se dirige al teléfono para dar cuenta de su fechoría al Cuartel General. Al regreso de Peña los esbirros encuentran al compañero Felipe Zarate y le asestan un golpe en la cabeza con intenciones de ultimarlo. El compañero pierde el sentido y cuando vuelve en él, oye como Peña y un burguesillo lamentan mucho que aun viva. Luego llega la autoridad civil a levantar el acta de rigor. Numerosos compañeros son encarcelados e intervienen la Jefatura de Operaciones Militares.
Así cayeron asesinados
en Matamoros Coahuila, 21 luchadores de la revolución obrera y campesina que
sentó las bases para que, seis años después y gracias a la valentía de
ciudadanos como la Maestra Consuelo Barajas de Adame (de quien contaremos su
historia en otra ocasión) se diera en la Laguna, el ansiado reparto Agrario del
General Lázaro Cárdenas del Rio.
Fuentes de consulta: Periódico
“El machete” órgano informativo del Partido Comunista de México que en la
página 2 de su edición del 10 de septiembre de 1931 publicó esta versión dada
por un testigo presencial de los hechos.
Otra fuente Texto del Profesor Humberto Luna Ibarra para la celebración
de los 80 años de vida de nuestra Ciudad de Matamoros Coahuila.
Textos rescatados del
olvido por el Profesor Jesús Lamas Puentes, quien, en calidad de Cronista
Municipal de Matamoros Coahuila, autoriza la reproducción de este articulo en
cualquier medio de comunicación, con el afán de dar a conocer nuestra historia
local.
Matamoros Coahuila Domingo 27 de junio de 2021 Fotografías de Tina Modoti para el Diario el Machete.
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